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Operaciones del Tren Maya, comienzan con algunos retrasos

Operaciones del Tren Maya, comienzan con algunos retrasos

El fin de semana desde la estación de San Francisco de Campeche empezó a operar el Tren Maya, con atrasos que no decepcionaron mucho a sus viajeros. Sí, decían que iba un poco lento en algunos tramos, pero que así es al principio porque los cambios no son tan rápidos y los inicios a veces

El fin de semana desde la estación de San Francisco de Campeche empezó a operar el Tren Maya, con atrasos que no decepcionaron mucho a sus viajeros. Sí, decían que iba un poco lento en algunos tramos, pero que así es al principio porque los cambios no son tan rápidos y los inicios a veces traen errores, pero es un hecho histórico para la península de Yucatán. El tren partió a las 7:14 de la mañana con una mayoría de pasajeros de la tercera edad que coreaban el nombre de Andrés Manuel López Obrador en agradecimiento, así como otro grupo de comunicadores en labor periodística.

Desde las 5:30 horas la gente hizo fila en la estación pese a la pequeña llovizna que refrescaba, mas no espantaba. Era el primer día en que el tren prometido saldría y, pese a que los pasajeros desconocían gran parte de las características del vehículo –a excepción de los comunicadores que cubrieron el evento, casi la mitad de los 160 pasajeros programados–, los usuarios sabían que estaban ahí motivados por su curiosidad y convicciones.

Hubo gente que viajó desde otros puntos de la República Mexicana solo para subirse al tren: yo vengo de Nayarit con mi familia, yo de Jalisco, yo de Guanajuato, se comentaban entre pasajeros; una mujer de Guanajuato relató que viajó en autobús y le tomó un día para estar en Campeche, para luego tomar el tren y después regresar a su estado desde Mérida, pero con orgullo, dijo, por el gobierno actual.

El personal fue amable desde el principio y, con las instalaciones nuevas, el tren fue la sorpresa principal. Todos estaban visiblemente emocionados cuando llegó y abrió sus puertas. Por ahí, un “youtuber” o “influencer” grabó su entrada al vagón mientras intentaba ser el primero en abordar, otros solo intentaban encontrar su asiento el día del primer viaje comercial.

Alrededor de las 7:05 fue el primer arranque y se escucharon expresiones de emoción, después el tren paró, las puertas quedaron cerradas y los pasajeros siguieron con la euforia de viajar en una máquina cuya obra se le atribuye principalmente al presidente.

Un día antes López Obrador había inaugurado el Tren Maya, la mayoría de los periódicos nacionales lo dejaron fuera de la portada, o en la tercera o cuarta noticia, con el llamado solo de crítica, de que salió mal o que fue un ecocidio.

Pero en el tren que no llegó a tiempo, el de más de nueve horas desde Campeche a Cancún, cuando debieron ser al rededor de siete, los viajeros pasaron de contentos a cansados, no enojados, sino emocionados por ser parte de algo que no era más que una promesa al aire desde hace más de una década con otros gobiernos. El tren que antes tenía otros nombres y que ahora es Maya. 

El viaje desde Campeche implicó un costó económico importante para muchos de los viajeros, pues el servicio de taxi a la estación se cotiza ahora en 200 pesos, dado que la estación está fuera de la ciudad, como también es el caso de Mérida en Teya, o el destino final de esta ocasión, Cancún, a un lado del aeropuerto internacional de dicha ciudad.

El recorrido valió la pena, decían entre porras los primeros viajeros, muchos de ellos con hambre, haciendo fila en la cocina atendida por tres personas que ofrecía cafés de 108 pesos, cervezas de 45 pesos y paninis de 73 pesos. Después de dejar atrás la estación de Valladolid, pasado el mediodía, la comida y el agua se acabaron.

El primer retraso, según el director general del Tren Maya, el general Óscar David Lozano Águila, se debe a que los pasajeros llegaron tarde a la estación de Campeche, lo que deberá ser solucionado por las autoridades estatales.

La misma situación puede llegar a ocurrir en otras estaciones y paraderos que están fuera de las ciudades. 

En el caso de Teya, en Yucatán, sí hay transporte público hacia la estación: mientras que el costo del traslado en un taxi es de entre 200 y 300 pesos, un Uber entre 300 y 400 pesos, el Ie-tram, transporte recién inaugurado en Mérida el pasado 15 de diciembre, ofrece el servicio de traslado desde el también nuevo parque de La Plancha con un costo de 45 pesos para turistas y de 14 pesos para los locales con tarjeta de pasajeros.

En cualquiera de estas opciones, el tiempo de traslado es de 30 a 40 minutos al centro de la ciudad dependiendo de factores como los ascensos a las unidades y el tráfico.

Sin embargo, sin tener mucho conocimiento de cómo regresar, los primeros viajeros del Tren Maya en cada momento hacían porras, se decían contentos, orgullosos de que ahora, como no se imaginaban antes, hay un trayecto que circulará por toda la península de Yucatán para beneficiar al sureste del país, región que dicen ha sido olvidada por años.

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