La crisis hídrica en Oaxaca alcanzó a la presa “Benito Juárez”, localizada en el municipio zapoteco de Jalapa del Marqués, en el Istmo de Tehuantepec, hoy este embalse con capacidad de 720 millones de metros cúbicos, disminuyó en un 60 por ciento. Sin embargo, de continuar la extracción de agua para actividades agrícolas en Santo Domingo Tehuantepec y Juchitán de
La crisis hídrica en Oaxaca alcanzó a la presa “Benito Juárez”, localizada en el municipio zapoteco de Jalapa del Marqués, en el Istmo de Tehuantepec, hoy este embalse con capacidad de 720 millones de metros cúbicos, disminuyó en un 60 por ciento.
Sin embargo, de continuar la extracción de agua para actividades agrícolas en Santo Domingo Tehuantepec y Juchitán de Zaragoza, y para el funcionamiento de la refinería de Pemex, Antonio Dovalí Jaime, en Salina Cruz, “en unas cinco semanas podría llegar al 10 por ciento”, advirtió Cutberto Ruiz Jarquín, meteorólogo de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos.
Durante el mes en curso, el nivel del agua en la presa de Jalapa del Marqués ha ido bajando entre dos y tres por ciento cada semana, por lo que eventualmente, en abril, ese embalse este en un 10 por ciento de su capacidad, es decir, estará seca”, expuso.
La sequía vertiginosa provocó que el nivel del vaso descienda en forma constante y con esto se descubra una parte del antiguo templo dominico inundado en 1962, cuando se construyó la presa sobre el antiguo pueblo de Jalapa del Marqués, recordado –hasta la fecha- como “Jalapa Viejo”.
Los vestigios que dan cuenta de que en el lugar existió un pueblo, es el templo dominico de Asunción de María, que emerge en periodos de sequía extrema. Asimismo, también se vislumbran los vestigios de un antiguo panteón”, expuso.
Agregó que hay preocupación entre los pescadores de mojarra y lubina porque la presa sigue descendiendo su nivel, pero “seguramente, aprovecharán la aparición del templo para realizar viajes turísticos al lugar, mientras haya agua para desplazarse en lancha”.
En este sentido, adelantó, Protección Civil del estado se prepara para emitir la recomendación de “evitar caminar abajo del templo del siglo XVI o sus alrededores, por la humedad concentrada en el sitio histórico”.
Aún bajo las aguas, el templo resintió los efectos del sismo de 8.2 que sacudió al Istmo de Tehuantepec en septiembre del 2017, lo que ocasionó más cuarteaduras y el colapso de una de sus cúpulas. Pero el edificio se encuentra casi intacto después de casi 50 años bajo el agua.
De acuerdo con el registro del experto en meteorología esta sería la sexta vez que el templo dominico emerge por la escasez de lluvia; en 2017 años, la presa se secó por completo por una prolongada sequía, pero se volvió a llenar en tan solo dos días por las lluvias de la tormenta Beatriz.
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