En el espacio aún permanecen al menos mil extranjeros de distintos países en busca de opciones para trasladarse a la CDMX y seguir su camino a EU; desde hace días ya no había presencia de autoridades.

El Centro de Movilidad Migratoria (CMM) que funcionó por poco más de tres meses en esta ciudad zapoteca cerró oficialmente sus operaciones este jueves, confirmó el secretario de Gobierno de Oaxaca, Jesús Romero López, durante la conferencia del Gabinete de Seguridad.

De acuerdo con cifras del gobierno oaxaqueño, desde el 25 de septiembre que abrió sus puertas en una terminal de autobuses abandonada, de este espacio se trasladaron a la Ciudad de México más de 184 mil personas en tránsito originarias de Haití, Venezuela, Nicaragua y Cuba.

El cierre de este centro de movilidad, que estaba bajo la responsabilidad del gobierno estatal y el último que operaba en el estado, fue anunciado desde hace algunos días, pese a ello la mañana de este jueves al menos mil migrantes más permanecían en las instalaciones en espera de la salida de los últimos autobuses pertenecientes a siete empresas de transportes que prestaron el servicio durante este periodo de tiempo.

Desde el anuncio hecho por las autoridades federales y estatales, el pasado 31 de diciembre, el CMM prácticamente quedó bajo el control de las empresas camioneras y de las familias migrantes, debido a que todas las instancias gubernamentales se retiraron del lugar.

En los amplios espacios de la terminal sólo quedan vestigios del comercio de alimentos y del paso de los más de 184 mil migrantes: hay desechos sólidos por todos lados, los baños móviles quedaron sin ser lavados, no hay personal de seguridad, de enfermería y ni de Protección Civil.

Pese a que los migrantes están informados sobre el cierre del CMM de Juchitán, siguen llegando a ese espacio, la mayoría con sus hijos y pertenencias. Sólo miran de un lado a otro, como buscando una alternativa de viaje.

Precisamente la apertura de este espacio y del que funcionó temporalmente en San Sebastián Tutla, municipio conurbado a la ciudad de Oaxaca, se dio luego de que los miles de extranjeros pernoctaban en inmediaciones de terminales camioneras tanto en Juchitán como en la capital oaxaqueña. El flujo de migrantes era tal que los boletos de autobús se agotaban hasta por más de una semana, causando incomodidad y reclamos de los ciudadanos.

Por el momento, migrantes ecuatorianos, colombianos, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños aún permanecen tanto en el espacio del CMM como en diversas partes de la ciudad, sobre todo en las proximidades del área céntrica como en el crucero; así como personas originarias de países africanos que esperan envíos de dinero junto a tiendas departamentales.

En la tarde noche de hoy, el CMM cerrará sus operaciones y aunque permanezca como espacio para el descanso de las familias migrantes, ya no ofrecerá el servicio del transporte foráneo. Las autoridades no han informado qué destino tendrá el lugar.