Ante el reciente reporte del avistamiento de un jaguar cerca de un área urbana en Tulum, Rocío Peralta Galicia, presidente del comité de vigilancia ambiental participativa de la organización Mirada de Jaguar, exhortó a la ciudadanía a conocer los pasos a seguir en caso de ver a un felino de esta especie. La entrevistada recordó
Ante el reciente reporte del avistamiento de un jaguar cerca de un área urbana en Tulum, Rocío Peralta Galicia, presidente del comité de vigilancia ambiental participativa de la organización Mirada de Jaguar, exhortó a la ciudadanía a conocer los pasos a seguir en caso de ver a un felino de esta especie.
La entrevistada recordó que hace unos días ciudadanos publicaron en redes sociales haber visto un jaguar en la zona denominada Tankah, pero este no ha sido “ni el primer ni el último caso”, por ello la importancia de conocer las medidas a tomar en caso de observarlos.
Peralta Galicia detalló que esta especie tiene un desplazamiento natural por todo Quintana Roo y esto sucede porque el ser humano es quien le ha arrebatado sus hábitats derivado de los desarrollos habitacionales en las selvas.
Apuntó que ante cualquier avistamiento en zonas urbanas o colindantes con las selvas hay que llamar al cuerpo de bomberos de la localidad o al 911 y las autoridades o grupos especializados atienden el reporte bajo las indicaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Sobre las medidas que pueden tomar los habitantes, están resguardar a sus perros u otros animales; “con eso es suficiente para que este felino no merodee estos lugares”. Recomendó a la población no tenerles miedo ni estar molestándolos ni persiguiéndolos para cazarlos.
Manifestó que la ciudadanía también debe saber sobre la conservación de este animal y el privilegio que tenemos como municipio y estado al contar con la presencia de este felino.
“Es importante que la gente aprenda a respetar porque coexistimos con el jaguar, que tiene una distribución natural por todo Quintana Roo. Las selvas son parte de su hábitat y tenemos que aprender a coexistir, porque incluso el ser humano es quien ha invadido mucho sus hábitats con las construcciones y los desarrollos que han ocasionado que estos ejemplares se muevan”, acotó.
Dejó en claro que es una especie en peligro de extinción, de manera que no se pueden matar, traficar, vender ni consumir y cualquier persona que lo haga estará cometiendo un delito federal.
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