Eleazar Medina Rojas, conocido como ‘el Chelelo’, y quien fuera uno de los principales lugartenientes de los Zetas, fue imputado por narcotráfico en Estados Unidos, a donde recientemente fue extraditado. Medina Rojas, detenido desde 2018 en Yucatán, se enfrenta a una condena de mínimo 10 años de prisión, acusado de tráfico de cocaína y mariguana.
Eleazar Medina Rojas, conocido como ‘el Chelelo’, y quien fuera uno de los principales lugartenientes de los Zetas, fue imputado por narcotráfico en Estados Unidos, a donde recientemente fue extraditado.
Medina Rojas, detenido desde 2018 en Yucatán, se enfrenta a una condena de mínimo 10 años de prisión, acusado de tráfico de cocaína y mariguana.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, ‘el Chelelo’ formó parte del cártel de la última letra y estuvo a cargo de la plaza en Nuevo León.
A más de 13 años del apogeo de ‘el Chelelo’ y de Los Zetas, las autoridades de Estados Unidos se encargarán de condenar a quien formara parte de uno de los cárteles más violentos del país en los años 2000.
¿Qué pasó con Los Zetas?
El cártel de Los Zetas se fundó a finales de 1998, después de que el conflicto interno en el Cártel del Golfo cesara y quedara Osiel Cárdenas como líder definitivo.
Para que Cárdenas se apoderara del Cártel del Golfo, entonces una de las organizaciones criminales más sanguinarias del país, asesinó a Salvador Gómez en 1998 con apoyo de Arturo Guzmán Decena, un exmilitar de élite, a quien designó como responsable de reclutar a personas con entrenamiento militar, retirados o aún con participación en el Ejército mexicano.
El objetivo inicial del cártel de la última letra era eliminar a los rivales de Osiel Cárdenas; sin embargo, en 2003 cayó el líder del Cártel del Golfo y esto significó un área de oportunidad para los Zetas.
Debido a la organización y entrenamiento militar, los escritores Víctor Manuel Sánchez Valdés y Manuel Pérez Aguirre apuntaron en un texto para el Colegio de México que “llevaron la violencia del crimen organizado mexicano a otra dimensión”.
“Su capacidad de fuego, su nivel de entrenamiento, sus conocimientos tácticos y la brutalidad con la que operaban significaron una ventaja impresionante para el Cártel del Golfo. Naturalmente, las organizaciones rivales tuvieron que adaptarse para no ser arrolladas, profesionalizando la brutalidad y la violencia extrema”.
Además de Tamaulipas, donde inicialmente operaba el Cártel del Golfo, los Zetas se extendieron por Michoacán, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila, Hidalgo y Chiapas, así como Centroamérica.
Dicha expansión se quebrantó en 2007, cuando Osiel Cárdenas fue extraditado a Estados Unidos y con ello el poder en el Cártel del Golfo cambió. Si bien los Zetas por sí solos funcionaban y eran sumamente fuertes, a la larga hubo un rompimiento con el Golfo, y en 2010 comenzaron los enfrentamientos.
Hubo un momento en el que los Zetas fue una de las organizaciones criminales más grandes del país, entre 2011 y 2015; sin embargo, el cártel comenzó a quebrar desde adentro por la lucha de liderazgos, misma que se extendió durante años y generó células como Los Talibanes y otros grupos que incluso se aliaron con el Cártel del Golfo.
Omar Treviño, conocido como el ‘Z-42′, quedó al mando del cártel, y tras su caída el grupo se fragmentó en dos. De un lado están ‘los Zetas de la vieja escuela’ y del otro el Cártel del Noreste, que actualmente es más fuerte y tiene presencia en distintos estados del país.
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